diciembre 16, 2010

El Sentido de la Diversificación

Una de las principales interrogantes que siempre tenemos presente en nuestra vida financiera es, ¿dónde podemos colocar nuestro dinero para que sea más rentable?.

Esta sencilla pregunta no es fácil de responder de buenas a primeras, debido a que influyen distintos factores y generalmente uno contesta con otra pregunta ¿Qué necesitas hacer con esos recursos?, una vez que se defina cual es el objetivo que se quiere alcanzar, se podrá trazar una estrategia de inversión adecuada.

Muchas veces consideramos que la mejor manera de lograr excelentes rendimientos es diversificando nuestro dinero, partiendo de aquella clásica frase que dice “no coloques todos los huevos en una sola canasta”, de esta manera estaremos evitando el riesgo de perder todo nuestro dinero al realizar distintas inversiones. Sin embargo, existen distintas opiniones con relación al tema, que parten del hecho de que la diversificación no trae nada positivo y llegan a catalogarla como “la forma que se tiene de cubrir la ignorancia sobre el tema de las inversiones”.

Respetando ambos puntos de vista, tratemos de buscar un equilibrio que sea sano para todos los inversionistas, ya que todos los extremos pueden ser perjudiciales.

La diversificación no se basa en distribuir nuestros recursos en distintas partes, como agarrar y depositar nuestro dinero en cuatro o cinco cuentas bancarias, constituir algunos depósitos a plazo fijo (DPF) en distintos bancos, invertir en varios bonos globales, conformar un portafolio de 15 acciones o adquirir algunas franquicias, entre otras alternativas.

La diversificación se fundamenta en, asignar nuestros recursos en distintas alternativas de inversión que permitan obtener un rendimiento adecuado con nuestras expectativas y con una disminución del riesgo inherente a las inversiones, hasta llegar a un nivel de riesgo acorde con nuestro perfil como inversionista, considerando el monto disponible, los sectores en los que se invierte y la capacidad de mantener los recursos colocados en un horizonte de tiempo específico.

Si este proceso no lo hacemos bien, por más sencillo que parezca, corremos con el riesgo de dispersar nuestros recursos en un sinfín de inversiones que a la final no permitirán identificar adecuadamente los rendimientos obtenidos, porque los mismos se recibirán por distintas fuentes y pudieran llegar a ser poco significativos, lo que a la larga pudiera originar una desmotivación en las inversiones, su futura liquidación y probable pérdida de valor del dinero, generando una aversión a la diversificación y a su vez una propensión a mantener los recursos invertidos en un solo activo, con un buen rendimiento pero con un componente de riesgo concentrado en dicha inversión.

El sentido de la diversificación es que podamos identificar un determinado número de activos o negocios – de acuerdo a nuestro monto de inversión – que al asignar nuestros recursos, se pueda hacer seguimiento a las inversiones correspondientes con la finalidad de obtener las ganancias, realizar los cambios necesarios ante cualquier eventualidad, salirse a tiempo de aquellas inversiones que no estén dando el resultado esperado o incrementar las inversiones que brinden mayores beneficios.

No estamos diversificando si decidimos colocar varios DPF en distintos bancos, porque seguimos atados al riesgo del sistema bancario, No estamos diversificando si conformamos un portafolio de acciones con 4 títulos del sector tecnológico, No estamos diversificando si decidimos comprar varios autos para que trabajen como taxis en una línea, No estamos diversificando si realizamos inversiones en distintas unidades de negocios de un mismo holding empresarial.

Sí diversificamos, si mantenemos una mezcla acorde de los ejemplos anteriores en función de nuestro perfil como inversionista. Podemos tener un DPF, un portafolio de 6 acciones conformado por dos o tres sectores, como el financiero, tecnológico y bienes de consumo por ejemplo y lo demás recursos colocados en un fondo mutual o a la vista para aprovechar las oportunidades que se presenten en el mercado.

Otro factor importante que debemos considerar al momento de diversificar nuestras inversiones, es que debemos conocer el negocio en el cual estamos incursionando y hacerle un adecuado seguimiento para que los resultados sean los esperados.

¿Cuándo podemos identificar que nos excedimos en la diversificación?, cuando no nos dé tiempo de hacerle seguimiento a una o algunas de las inversiones. Es como si tuviéramos varios negocios que atender y no podemos pasar por alguno de ellos durante la semana, siendo necesario hacerlo, alguno de ellos puede quebrar y no es la idea que perseguimos como inversionistas.

RDS

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