mayo 06, 2011

La Importancia de la Liquidez

La liquidez se puede definir como la capacidad que se tiene para cumplir con las obligaciones de corto plazo.  Esta se representa a través de la cantidad de activos que puedan ser convertidos en dinero en efectivo inmediatamente sin que esto signifique una pérdida de valor.

Cuando se comienzan a adquirir activos de cualquier índole, como financieros, bienes y raíces, muebles, equipos, entre otros, en muchos casos no se valora correctamente el nivel de liquidez con el que pueda contar alguno de estos activos, básicamente porque en el proceso de adquisición o en el momento en que se adquiere, el enfoque está dirigido al costo de oportunidad, el precio de compra, la necesidad que se está satisfaciendo o el incremento del balance personal/familiar que se está logrando.

Este comportamiento es válido, sin embargo es recomendable siempre evaluar el nivel de liquidez con el que cuentan algunos activos y la capacidad de cumplimiento de las obligaciones asumidas, que no es más que la capacidad de generación de liquidez que se tiene como individuo.

Cuando se revisa el balance personal/familiar, los principales activos que representan la mayor parte del balance no son líquidos, por ejemplo la vivienda y el vehículo.  La vivienda porque independientemente de que se revalorice rápidamente por ser un bien altamente demandado y por los efectos inflacionarios existentes, no es una opción vender el apartamento o parte de él para cumplir con las obligaciones que se asumieron en un momento determinado.  En el caso el vehículo puede ser que este sea más propenso a liquidar para obtener dinero inmediatamente, pero si el mismo es indispensable para la rutina diaria, probablemente no sea tan fácil convertirlo en efectivo y dependiendo de la urgencia se debe considerar una potencial pérdida de valor por la pronta liquidación.

La falta de liquidez genera el incumplimiento de obligaciones, el incremento del costo financiero por concepto de mora, la exposición a embargos y el cierre de puertas a nuevos créditos.  Por ello es necesario revisar constantemente la capacidad de pago con la que se cuenta  para poder tener un panorama claro de los compromisos que se pueden asumir y evitar incurrir en gastos innecesarios.

El hecho de contar con buenos activos y un balance con un saldo positivo, brinda la tranquilidad de gozar de una solvencia económica para poder adquirir nuevas obligaciones y cumplir compromisos a futuro, pero no se puede descuidar el nivel mínimo de liquidez requerido que permita atender las necesidades de corto plazo y aquellas contingencias que se presenten.

La liquidez persona/familiar se puede determinar calculando el total de los activos circulantes representado por el efectivo, el saldo en las cuentas de bancos y las inversiones a plazo menor a un mes.  A este monto se le debe restar el total del pasivo a corto plazo representado por los pagos de renta o hipoteca, cuota del préstamo de vehículo, pagos mínimos de tarjeta de crédito, mensualidad de escolaridad y el gasto corriente.

Al obtener ambos montos se divide el activo circulante entre el pasivo a corto plazo y el resultado es el ratio de liquidez.  Este ratio debe ser de por lo menos un valor igual a uno (1), un valor ideal sería dos (2). 

Mientras este número sea mayor significa que hay mejor capacidad de pago y se goza de buen nivel de liquidez, en caso contrario se estaría presente ante una posible situación de iliquidez que pueda comprometer el buen curso de las finanzas.

Hay que recordar que las empresas quiebran por problemas de liquidez y no por solvencia, la misma situación ocurre en el caso de las finanzas personales.

RDS

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