El emprendimiento cada día cobra más fuerza dentro del progreso de las economías, debido a que se presenta como una opción de desarrollo comercial y profesional ante la situación de contracción económica vivida en recientemente.
Ser un emprendedor conlleva a analizar mínimo dos opciones de hacer negocios, la primera es la adquisición de una franquicia que permite obtener el know how del producto y contar con el apoyo de la marca y su publicidad, a cambio del pago de un monto por comprarla y los costos mensuales de regalías.
La segunda opción es iniciar un negocio propio, llevar una idea a la realidad, lo que implica una serie de pasos que se inician en el establecimiento de un plan de negocios que indique la viabilidad del mismo. Se supone que este camino es un poco más largo de recorrer pero al final el nivel de satisfacción personal será mayor en la medida en que se obtenga el éxito, ya que combina un determinado nivel de innovación con el emprendimiento.
Otros de los factores que se deben analizar al momento del emprendimiento es, la dedicación. Esta se refiere a poner el mayor esfuerzo posible en la cristalización del proyecto, evaluando la aceptación del producto en el mercado, el concepto que se ofrecerá, los requerimientos financieros, ubicación, promoción entre otros.
Dentro de los requerimientos financieros se debe contemplar, adicional al monto requerido para instalar el negocio, un determinado nivel de recursos financieros que permitan mantener en funcionamiento la idea mientras esta logra generar los ingresos mínimos requeridos. Estos recursos se denominan Capital de Trabajo.
Puede sonar obvio esta necesidad, sin embargo es un factor que debe estar presente todo el tiempo y se debe calcular para incorporarlo de una vez en los requerimientos generales del proyecto, para ir aportando los recursos cada vez que se necesiten o contar con alguna línea de financiamiento.
El capital de trabajo busca cubrir los gastos operacionales diarios del nuevo negocio, ya que en muchos casos estos no son cubiertos por los ingresos propios que se generan inicialmente. Su definición viene dada como el diferencial obtenido de restar al total de los activos de corto plazo el total de los pasivos de corto plazo.
Sus principales componentes son los activos corrientes (saldos en caja, banco y activos con buen nivel de liquidez, entre otros), también se puede considerar las líneas de financiamiento a las que se pueda recurrir para obtener recursos inmediatos.
Al momento de establecer el proyecto y realizar los cálculos, es recomendable contar con un capital de trabajo mínimo requerido por un tiempo determinado, el cual variará dependiendo de la naturaleza del proyecto y las estimaciones financieras realizadas previamente.
Estos recursos permitirán garantizar la sostenibilidad inicial del negocio y que la operativa no se vea afectada por falta de liquidez. Los fondos no necesariamente deben estar depositados en una cuenta sin que generen un beneficio, se pueden ir incorporando a la empresa en la medida en que se van requiriendo y lo importante es tener identificado la fuente de los mismos para su correcta y oportuna utilización.
RDS
Lo ideal es tratar de combinar un emprendimiento con un trabajo fijo aunque esto requiera cierto desgaste. La ventaja es que podemos disfrutar de una espalda economica que no hace que estemos dependiento del exito inmediato del emprendimiento.
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