La Inteligencia Financiera

La inteligencia financiera se puede catalogar como una especie de don para algunas personas, como aquellas que tienen una propensión a obtener mejores resultados a través de algunas características o cualidades innatas que se descubren desde muy temprana edad y se van desarrollando en el tiempo, en otros casos, estas se desarrollan en la medida en que se va conociendo más sobre el tema.

Similar a lo que sucede en el caso del liderazgo donde se plantea la interrogante “¿El líder nace o se hace?”, con las finanzas nos podemos plantear, “¿El financiero nace o se hace?”, la respuesta va a ser un depende.

Depende del enfoque que tenga el término de “financiero”.  Si lo enfocamos como un director, vicepresidente o tesorero de alguna empresa, esta persona debe contar con algunas condiciones mínimas de estudio, desarrollo y experiencia en el área, además de la habilidad para desempeñar tal función, la cual en muchos casos se identifica desde temprano por sentir cierta inclinación y habilidad hacia las finanzas.

Si el enfoque es más directo, tratándose de la vida diaria, la familia o de pequeños negocios, se puede observar que todos tenemos algo de financiero, característica que se hace presente en la administración de los recursos propios, por lo tanto nos podemos percatar que cualquier actividad que se realice en la vida tiene un impacto económico y financiero en distintos niveles de magnitud.

La inteligencia financiera se puede desarrollar a través del tiempo, lo que se necesita es estar enfocado y deseoso de conocer más sobre el tema de las finanzas y su aplicabilidad.  Hoy en día se tienen muchas opciones de inversión y escuchamos hablar de distintos temas como bonos, bonos convertibles, acciones, acciones preferidas, productos estructurados, opciones, futuros, forward, commodities, asignación estratégica de activos, mercados emergentes, hipotecas, fondos de inversión, fondos de capital de riesgo, entre otros.

Esto nos indica que el mundo de las finanzas es bastante amplio y está relacionado con todo lo que hacemos.  Sin embargo la idea no es pretender dominar cada producto o mercado a la perfección, pero si es importante conocer que existen, saber cómo funcionan, cual es el nivel de riesgo que presenta cada alternativa y cuál de las existentes se adapta más a nuestro perfil como inversionista.

Por lo tanto, es recomendable que independientemente de la profesión que se tenga, la actividad que desempeñe, cada día destinemos tiempo y dedicación a conocer más sobre el mundo de las finanzas, leer artículos, libros relacionados, asistir a cursos y seminarios que van a permitir el estimulo y desarrollo de la inteligencia financiera, lo que a su vez nos ayudará a mejorar la administración de los recursos económicos e incrementar la probabilidad de generar mayores ingresos en el futuro.

RDS