La
definición de Control es muy general pero esta puede ser utilizada bajo un
marco de referencia organizacional, como la herramienta que permite evaluar el
desempeño de una planificación estratégica con la finalidad de que se cumplan
los objetivos establecidos en un tiempo determinado, incluyendo aspectos
operativos, comerciales, financieros, entre otros.
Desde
el punto de vista económico, la conceptualización está más orientada hacia los
actores que generan la producción de bienes y servicios para una sociedad y
hacia el Estado y entes reguladores como los responsables de diseñar y aplicar
políticas orientadas al desarrollo sostenible de un país.
Existen
diversas opiniones sobre los mecanismos de control que pueden existir en una
economía, algunos tienen orientación hacia el libre mercado donde el precio es
establecido por la relación de oferta y demanda que se da, otros son de la
opinión que debe haber una intervención más directa por parte del Estado con la
finalidad de regular esta interacción y así evitar distorsiones.
En
cualquiera de los dos puntos de vista hay que tener presente, que todo en
exceso hace daño, razón por la cual la meta es tratar de lograr un equilibrio
que permita un desarrollo sostenible, situación que no es fácil porque
precisamente existen diferentes puntos de vista.
El implementar
mecanismos de control en una economía puede ser justificado si estos son de
manera temporal, principalmente cuando se trata de enfrentar una crisis
especifica que pueda tener un impacto en el desempeño de los sectores
productivos y de la población en general.
Pero la aplicación durante un largo período es contraproducente para el
desarrollo económico.
Existen
diferentes tipos de controles que se pueden aplicar, como por ejemplo de
precios, de cambio, de tasas de interés, de importación, de exportación,
fiscal, de producción, entre otros, todos tienen sus ventajas y desventajas.
Históricamente
se ha comprobado que la aplicación de controles por largos períodos de tiempo
en una economía puede generar diversas consecuencias, entre las cuales se
pueden mencionar las siguientes:
- Incentivar la producción interna,
- Eliminar factores especulativos,
- Controlar la inflación (al inicio de la aplicación),
- Estimular el crédito (por bajas tasas de interés),
- Regular e intervenir el sector privado,
- Establecer limites en las ganancias de todo el ciclo productivo,
- El limitar las ganancias, lo que desestimula el aparato productivo,
- Incentivar la generación de mecanismos alternos para la adquisición de bienes,
- Originar la formación de indicadores económicos que no reflejan la realidad de la economía,
- Incidir en altos niveles de inflación (largo mantenimiento de los controles)
- Corregir extemporáneamente los precios,
- Deteriorar del poder adquisitivo,
- Aparición de procesos administrativos burocráticos,
- Estimular la corrupción,
- No lograr contrarrestar el desequilibrio económico.
Para
el buen desarrollo económico es necesario contar con una buena planificación,
una buena gestión y un adecuado control, que al ser aplicados en equilibrio
permita alcanzar los objetivos que vayan en pro de un desarrollo sostenible.
RDS
@rduartesandoval
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