El primer paso es creer en lo que se va a hacer y ofrecer, el
contar con una visión clara es fundamental, de esta manera se puede vender de
manera más fácil el producto o servicio y por ende el proyecto saldrá adelante.
El segundo paso es tener presente que la buena idea puede
responder a la introducción de un nuevo producto al mercado, la innovación de
un producto existente o la penetración en nuevos mercados, entre otros. Lo importante es que se puedan identificar
aspectos como:
¿Que se quiere lograr con la nueva idea?
¿Cómo lograrlo?
¿Quienes se beneficiaran (el mercado objetivo)?
¿Cuales son los canales más efectivos para llegarle al
público?
El tercer paso y no menos importante es desde el punto de
vista del emprendedor, la confianza en si mismo es fundamental para la
consecución de las actividades que le permitirán alcanzar el éxito en el
negocio, así como el estar consiente de que es un proceso que requiere
paciencia, perseverancia y retroalimentación constante. El llevar la idea al plano real implica
enfrentar muchas situaciones que pueden interpretarse como obstáculos para el
logro de la misma, por lo cual hay que evaluarlas y atenderlas de manera
objetiva, con la finalidad de superarlas y lograr alcanzar los objetivos
propuestos.
RDS
@rduartesandoval
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