El consumo inteligente es
otro concepto de suma importancia dentro de las finanzas personales, debido a
que todas las actividades que se realizan diariamente están asociadas con el
consumo, razón por la cual este hábito es lo que dinamiza la economía.
La activación del consumo
se da por distintas vías, la macroeconómica es a través de políticas
monetarias, es decir, movimiento que hace un Banco Central bajando las tasas de
interés, lo que desestimula el ahorro e incentiva la opción de comprar o tomar
un crédito, por lo cual se incrementa el consumo.
Desde el punto de vista
financiero se encuentran las promociones de las instituciones bancarias,
colocando productos de crédito a disposición de sus clientes con atractivas
facilidades pago, lo que genera una mayor propensión a las compras.
Y por último está el punto
de vista comercial, a través del cual las empresas ofrecen descuentos,
facilidades de pago y la creación de necesidades para colocar sus productos, las
cuales son presentadas a través de campañas comerciales, entre otros medios,
para generar un incremento en la ventas.
Todas estas alternativas y
probablemente algunas otras son válidas para incentivar el consumo, lo que a la
final dinamiza la economía y hace que los países crezcan generando así un
factor positivo para la sociedad.
Sin embargo, hay que tener
presente que todo en exceso hace daño, si el consumo es excesivo se presenta
una fuerte demanda que genera alza en los precios y posteriormente de la
inflación, también hay una mayor probabilidad de incurrir en un
sobreendeudamiento, lo que puede derivarse en problemas de pagos que conlleven
a una morosidad y por ende a una afectación económica tanto para la persona
como para las empresas.
Si no hay consumo y todo
se ahorra, lo cual no es viable, se contrae el aparato productivo, no habría
oferta y puede generarse la perdida de empleos, lo que también afectaría a la
economía y todos lo que interactúan en la misma.
Cómo se puede observar, el
mantener un equilibrio no es fácil ya que son muchos los factores que inciden,
razón por la cual el hacer uso del consumo inteligente es una opción que está
al alcance de todas las personas, para tener un equilibrio correspondiente que
producirá excelentes beneficios.
El consumo inteligente se
puede definir como la acción que ejerce cada persona en adquirir los productos
que realmente necesita, haciendo una evaluación de la relación precio,
beneficio, calidad y necesidad. Para
lograr esto le presentamos algunos aspectos a considerar al momento de tomar la
decisión de compra:
- Identifique cuales son sus necesidades de consumo, lo básico y lo suntuario,
- Establezca un presupuesto detallado,
- Cuando se presenten promociones, identifique si los productos cubren las necesidades identificadas anteriormente,
- Evalúe los precios de promoción, las condiciones de pago y su capacidad financiera,
- No adquiera productos solo porque estén en oferta, evalúe la necesidad de adquirirlo en ese momento,
- Si tiene muchos artículos que ha comprado y no ha utilizado, es una señal de que fue una compra no requerida,
- Procure utilizar una lista de compras y apéguese a ella,
- Evalúe si hay desperdicios en sus compras, por ejemplo si se vencen productos sin ser consumidos,
- Si consigue productos que son escasos, compre los que realmente necesite, así otros consumidores tendrán la oportunidad de adquirirlos,
- En la medida de la posibilidad evite comprar productos a sobreprecio,
- Aplique mayor eficiencia en el uso de los servicios,
- Siempre pregúntese ¿Qué pasa si no compro lo que está en oferta?
RDS
@rduartesandoval
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