En muchas ocasiones nos planteamos esta interrogante o se la hacemos a nuestro ejecutivo de cuenta o asesor financiero. La respuesta inmediata generalmente es “mientras más tiempo mejor”, porque se supone que de esta manera el patrimonio se incrementará y por ende los beneficios serán mucho mayores.
Sin embargo, la respuesta es ¡Depende!... La inversión tendrá una duración determinada dependiendo de los distintos factores que se consideren al momento de realizar la misma, tales como: objetivo de inversión, naturaleza de los fondos, mercado en el que se participa, perfil del inversionista, momento económico, entre otros aspectos.
Por definición la palabra inversión se asocia con el largo plazo, entendiéndose esta como el proceso mediante el cual una persona o sociedad realiza un aporte de capital, único o sucesivo, con la intención de obtener un beneficio determinado.
Para que este beneficio sea lo mejor posible, se deben realizar una serie de actividades en intervalos de tiempo menores que nos permitan generar una mayor productividad. Lo que significa que se debe tener una filosofía de inversión activa en la que se consideren tres variables básicas, que ayudaran a determinar la duración de cada una de las inversiones que podamos realizar a lo largo de nuestra vida. Estas variables son:
Rendimiento: Monto expresado en términos porcentuales que satisface nuestras necesidades de inversión. Una vez establecido el rendimiento deseado y logrado este, ejecute la acción que le permita convertir dicho rendimiento en realidad, no espere que el mismo aumente más, puede ser que pase lo contrario.
Riesgo: Toda inversión tiene un nivel de riesgo determinado, el cual debe ser evaluado, cuantificado y asumido antes de colocar sus recursos. El riesgo está altamente ligado con el rendimiento, por lo tanto si ve que el riesgo cambia considerablemente para su perfil como inversionista, es momento de salir de la inversión y realizar la utilidad que tenga hasta el momento.
Tiempo: Es recomendable acotar la duración de la inversión, de esta forma puede evaluar el desempeño de la inversión y realizar la ganancia esperada. Si sus expectativas de rendimiento se cubren en un plazo inferior al contemplado inicialmente, realice las acciones que corresponda para materializar dicha ganancia. Si se cumple el tiempo y no ha alcanzado el rendimiento esperado, evalúe la inversión y considere alternativas que le den el mayor beneficio.
Al definir de manera clara y precisa estas variables, será más fácil responder cuanto tiempo debe durar una determinada inversión y ayuda a establecer objetivos realizables de corto plazo que al sumarlos permitan alcanzar una gran meta,”Incrementar nuestro patrimonio”.
RDS
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