El ahorro es la herramienta fundamental para construir un futuro, lamentablemente hoy en día es una práctica que se ha debilitado mucho y en algunos casos se ha perdido la importancia que tiene.
Esto es como consecuencia de vivir en economías inflacionarias donde el ahorrar es visto como una pérdida de dinero, debido a que se deteriora el valor del mismo como consecuencia del alza de los precios y en otros casos es imposible hacerlo porque la capacidad de ahorro ha desaparecido.
El ahorro tiene dos puntos de vista positivos. El primero se refiere al pensar en el ahorro como la postergación de un consumo, se decide ahorrar el dinero hasta completar el monto requerido para adquirir un determinado bien, esta es una práctica muy común principalmente en los niños y adolescentes. La segunda es cuando se ve el ahorro como una etapa de transición para llegar a la inversión, luego de completar un monto mínimo requerido para participar en una participación o colocar el dinero en algún instrumento en particular.
El ahorro es muy importante, sin embargo la rutina diaria y la situación económica actual socava esta tarea que es necesaria para el crecimiento personal y familiar, por lo que en muchas ocasiones la afirmación más común es “yo no puedo ahorrar”, pero cuando se cambian algunos hábitos la pregunta más común es “¿Cuánto ahorrar?”.
La respuesta a esta interrogante es “mientras mayor sea el monto mejor”. Pero lo fundamental es tener un objetivo claro y definido para que pueda tener un sentido el esfuerzo de ahorrar, de lo contrario se corre el riesgo de perder la disciplina y perseverancia.
La cantidad a ahorrar dependerá de la meta que se establezca, bien sea para el retiro, para el pago de la universidad, para dar la cuota inicial de un inmueble, para invertir en un negocio, invertir en el mercado de capitales o para tener una reserva de liquidez ante una eventual situación de desempleo.
Para iniciar o reforzar el procedimiento del ahorro y cambiar la forma de pensar respecto a sí poder ahorrar, se recomienda lo siguiente:
1. Realice un cálculo de su balance personal de manera mensual, le permitirá conocer su situación inicial y los avances.
2. Páguese primero, cada vez que cobre, antes de sacar sus cuentas aparte lo que requiere para cubrir sus necesidades (empezando por el ahorro).
3. Ahorre un porcentaje fijo mensual sobre todo ingreso bruto, este puede ser entre un 10% y 15%.
4. Lleve un control de sus gastos diarios, podrá saber en que está gastando su dinero e identificar puntos de mejoras.
5. Establezca un presupuesto y apéguese al mismo, le permitirá saber el margen que tiene para ahorrar, invertir y gastar.
6. Programe el pago de sus pasivos, se ahorrara algo pagando a tiempo.
7. Establezca un fondo de contingencia equivalente a un monto entre 3 y 6 meses de sus ingresos.
Con un pequeño cambio en sus hábitos y mantener la disciplina de sus finanzas, podrá cada día avanzar y lograr las metas que se establezca.
RDS
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