¿Por qué es importante enseñar finanzas a los hijos?

Las finanzas es un tema de vital importancia para la familia, sobre todo en estos días en que la situación económica y financiera se encuentran en un proceso de restricción que impera la necesidad de administrar mejor nuestros recursos, por lo que se requiere de un aprendizaje continuo que permita enfrentar de manera satisfactoria los ciclos de contracción y expansión que se presentan.

Frecuentemente escuchamos hablar sobre las finanzas personales o familiares, como manejar las deudas, los activos, el flujo de caja o el presupuesto. Con la misma importancia debemos considerar hablar de las finanzas con los hijos y enseñarles los primeros pasos para iniciarse en este fabuloso mundo de manera exitosa.

¿Por qué es importante enseñar finanzas a los hijos? Porque les permitirá tener un mejor conocimiento sobre el valor de las cosas, la importancia del ahorro, la colaboración familiar y el sentido de responsabilidad y disciplina.

Algunas veces se piensa que hablarle a los hijos de finanzas o de dinero puede ser una pérdida de tiempo, sobre todo si se hace desde temprana edad, porque a lo mejor es algo que no les interesa, porque se corre el riesgo de convertirlos en personas materialistas o se piensa que lo aprenderán en la escuela o en la universidad. Estas serian apreciaciones completamente erróneas, ya que el hablar de dinero y finanzas se asocia directamente con ética y valores, los cuales son inculcados en el corazón de la familia.

De acuerdo a estudios realizados, a los hijos se les puede comenzar a hablar de dinero a partir de los 4 ó 5 años, etapa en la que comienzan a solicitar dinero, reciben regalos en efectivo o ya tienen la primera alcancía y asocian cuando van cayendo monedas y billetes en ella. Por lo tanto van tomando conciencia del ahorro y de las cosas que se pueden conseguir con el dinero acumulado, como por ejemplo comprar juguetes, caramelos, ropa o abrir su primera cuenta bancaria.

En la medida en que se les va enseñando conceptos básicos de finanzas y del uso del dinero, los hijos asumirán un mayor nivel de responsabilidad, sin afectar su infancia ni adelantar procesos, ya que el aprendizaje debe ser progresivo.

Algunos aspectos positivos que resultan de esta enseñanza se encuentran, la importancia de la previsión, la prudencia y el respeto por el dinero, el establecimiento de metas graduales, la diferencia entre necesidad y moda, la importancia del ahorro, el conocer de donde sale el dinero para comprar las cosas que se requieren, el valor de las cosas que se tienen, el esfuerzo que se debe realizar para alcanzar los objetivos, la planificación, la toma de decisiones y el compromiso familiar entre otros.

Como podemos ver, son muchos los aspectos positivos que se pueden obtener de una enseñanza temprana y gradual sobre las finanzas. ¡El que ahorra siempre tiene! Y el ahorro es una etapa de transición para llegar a la inversión.

RDS

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