La
frugalidad es un concepto muy utilizado y discutido en el ámbito de las
finanzas personales, ya que el mismo se refiere a adoptar un estilo de vida en el
cual la adquisición de bienes y servicios se fundamenta en realizarlo de una
manera eficiente con la intención de obtener el mayor beneficio con el dinero
gastado o invertido.
Existen
otras personas que no son frugales, sino más bien tienden a dar una mayor
atención al costo económico del bien o servicio que piensan adquirir, lo que no
necesariamente signifique que es eficiente, porque probablemente se pueda estar
comprando algo que no haga falta, la decisión de compra se basa en la
“oportunidad” de adquirirlo a bajo precio.
A
continuación presentamos algunas características de cada tipo de persona, de
tal manera que pueda identificar que es mejor ser, frugal o el gusto por lo
barato:
Frugal:
- Suprimen gratificaciones instantáneas,
- Buscan la eficiencia económica,
- Se enfocan en el valor de lo que piensan obtener,
- Orientado a obtener el precio más bajo en las cosas que realmente necesitan,
- Saben cuanto puede gastar en cada momento (presupuesto),
- Saben manejar bien el dinero que tienen,
- Tienen una planificación de largo plazo.
Gusto
por lo barato:
- Orientado a obtener el precio más bajo en todo (así no lo necesiten),
- Pueden llegar a ser desconsiderado al momento de realizar pagos en conjunto (por cancelar menos de lo que corresponde),
- No siempre son honestos sobre la cantidad que gastan, para no ser criticados,
- Tratan de obtener bienes gratis,
- No tienen una planificación de largo plazo.
Cualquiera
de las dos personalidades tiene sus pros y sus contras, lo importante es
identificar aquellos puntos que sean susceptibles de mejoras para el beneficio
de las finanzas personales.
La
idea es incorporar hábitos al estilo de vida que contribuyan a mejorar la
calidad de la misma en el futuro, como por ejemplo: identificar aquellas
actividades o bienes que gusten en las que se piensa invertir o gastar el
dinero, evitar el gasto innecesario en productos que no hacen falta, gastar
menos de lo que se gana, planificar y ordenar las finanzas personales.
Estas
decisiones no son fáciles hoy en día, principalmente por el permanente estimulo
al consumo existente por parte de todos los actores del mercado, sin embargo,
hay que tener presente que cada persona es la única responsable del bienestar
financiero personal y familiar.
RDS
@rduartesandoval
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