El
cambio es una palabra que genera incertidumbre, por lo que siempre existe una
resistencia natural al mismo por pensar que las consecuencias pueden ser
negativas, muchas veces sin analizar previamente las razones y resultados que
se pueden derivar del cambio, por ello es un gran paradigma.
Nadie
escapa a esta situación, mucho menos en un entorno tan competitivo y tan
complejo como el existente en la actualidad, que ha conllevado a que los
niveles de cambio se presenten de manera más acelerada en todos los aspectos, principalmente
en el tecnológico, por citar un ejemplo.
Desde
el punto de vista profesional y laboral el impacto es altísimo, en vista de que
obliga a que cada persona esté en una constante preparación y actualización de
conocimientos, actitudes y demás habilidades que le permitan adaptarse a las
condiciones que exige el mercado, es decir, las empresas, como responsables de
la generación de producción y servicios necesarios para el desarrollo económico
de un país.
Las
empresas igualmente tienen que adaptarse a esta tendencia, por lo cual se
aplican herramientas gerenciales como el outsourcing,
la reingeniería, el downsizing, las
fusiones, las alianzas estratégicas o una reestructuración, entre otras, el
nombre irá en función del concepto que este en boga para el momento.
Esta
situación, que tiene un impacto directo sobre el desarrollo y estabilidad
laboral de las personas, obedece a distintas razones, entre las cuales se
pueden destacar las siguientes:
Evolución natural de la empresa: se refiere al aspecto de cultura
organizacional que tiene la misma, bien sea por cambios o modificaciones que se
dan desde los fundadores, generación de relevo, líderes, accionistas, equipo
gerencial y demás colaboradores, hasta los productos y/o servicios ofrecidos,
pasando por supuesto por los estilos de gerencia.
Necesidad de Innovar: todas las empresas están obligadas a estar en
una permanente innovación, de lo contrario corren el riesgo de perder
participación en el mercado o peor aun salir del mismo. No importa el nicho que hayan logrado
obtener, el dinamismo obliga a adaptarse a las nuevas tendencias para poder ser
competitivo y dar respuestas oportunas al mercado.
Mayor eficiencia: es una razón
fundamental para estar en constante movimiento, lo que no significa cambiar de
estrategia a cada rato o no saber hacia donde se dirige. El objetivo de toda empresa es generar valor
a sus accionistas, principalmente a través de una mayor rentabilidad, la cual
es posible obtener por medio de un mayor
nivel de control de operaciones y resultados, razón por la cual se introducen
cambios en distintas áreas con la finalidad de ser más eficientes en términos
de tiempo y costos.
Concentración de competidores: hay una tendencia natural hacia las fusiones
y adquisiciones de las empresas, situación que se puede dar por buscar integrar
verticalmente un negocio, sacar a un
competidor del mercado o fortalecer la participación en un mercado estable que esté
cada vez más atomizado por la aparición de nuevas empresas, lo que puede
afectar los beneficios económicos esperados.
Los
cambios obligan a las empresas a modificar las estrategias y enfoques sobre el
mercado, lo que inevitablemente incide sobre la empleabilidad y relaciones
laborales, razón por la cual cada día se valora más el nivel de preparación y
capacidad de adaptación de los personas ante los nuevos retos.
RDS
@rduartesandoval
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