Desde un punto de vista económico la competitividad
está asociada con la capacidad que tiene el oferente de un producto o servicio,
bien sea un comerciante, empresario o país, para satisfacer las necesidades de
los consumidores en base al precio y la calidad de lo ofertado.
Partiendo de esta definición, se puede deducir que
para ser competitivo es necesario contar con una serie de factores internos y
externos que permitan crear y mantener las condiciones para la producción de
bienes y servicios de manera eficiente.
Desde el punto de vista interno, entendiendo este
como la empresa o persona que produce el bien o servicio, se deben considerar
los siguientes factores:
Capital Humano: Nivel de preparación y
especialización en una determinada área, que contribuya con un nivel de
producción por empleado mayor a la del promedio, es decir la generación de
Valor Agregado.
Tecnología:
Brinda la oportunidad de automatizar la producción, acortar los tiempos
de ejecución e incrementar la eficiencia en términos de costos.
Capital Financiero: La sostenibilidad de los
proyectos se basa en la capacidad de generación de ingresos propios y en el
aporte de recursos iniciales por parte de los promotores del mismo. Sin contar con las fuentes de recursos
necesarias no se podrán desarrollar las actividades correspondientes y por ende
se elimina de facto la competitividad.
Gerencia: Establecimiento de lineamientos estratégicos
que permitan enfocarse en el área neural del negocio, con la finalidad de
incrementar la producción del bien o servicio ofrecido, en adecuados términos
de calidad, costos, tiempos y rentabilidad.
Entre los factores externos se pueden considerar:
Condiciones económicas: grado de fortaleza de la
moneda respecto a otras, niveles de tasas de interés, incentivos fiscales,
costos laborales, entre otros.
Políticas gubernamentales: Si se incentiva la
productividad local o por el contrario se brindan preferencias a inversionistas
extranjeros, sin la debida protección a algunas actividades y profesiones
especificas.
Competidores: Existencia y posibilidades de entrada
de nuevos jugadores, afectando de manera positiva o negativa las condiciones
del mercado.
Mercados potenciales: La competitividad es
extraterritorial, por lo que contar con políticas realmente orientadas al
desarrollo económico y social, que fortalezcan la producción nacional de bienes
y servicios de manera eficiente, hacen que los mismos sean atractivos dentro y
fuera del país, potenciando los beneficios comerciales y por ende en la
generación de ingresos y de rentabilidad.
La competitividad se logra con la correcta
alineación de estos factores, los mercados no son perfectos, razón por la cual
las brechas que existen son las que precisamente permiten la generación de ventajas
para aquellas empresas, personas y países que tienen la capacidad de tomarlas y
sacar un buen provecho de las mismas, de manera sostenible y para el beneficio
de todos.
RDS
@rduartesandoval
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