“Nada es permanente a excepción del cambio”,
decía Heráclito, Filósofo Griego. Esta
frase es aplicable a todos los aspectos de la vida, razón por lo cual
observamos los constantes avances que hay en materia de aprendizaje, finanzas,
tecnología y el mercado laboral, entre otros sectores.
Hoy
en día el entorno económico se encuentra sumergido en diversos cambios, no sólo
en cuanto a la oferta y demanda de bienes y servicios, sino también en la forma
como se está comportando el sector productivo, principalmente en el ámbito de
los servicios.
Los
avances tecnológicos han sido los impulsores de poder realizar actividades de
manera completamente distinta y más eficiente, tales como la simplificación de
procesos, mejoras en las comunicaciones, el control de operaciones, las reuniones
de trabajo y la presentación de productos y servicios, lo que probablemente era
impensable unos cuantos años atrás.
En
el ambiente laboral hay una tendencia muy marcada que es el realizar el trabajo
de manera remota, lo que puede implicar una serie de ventajas y desventajas
tanto para las personas que lo ejercen, como para las empresas que asumen esta
nueva práctica.
De
hecho, uno de los aspectos que más destaca y preocupa de esta nueva tendencia
es la poca fidelidad que se puede dar entre el profesional a emplearse y la
empresa, básicamente por la necesidad de tener una mayor flexibilidad en cuanto
a horarios de trabajo se refiere y la alta rotación que puede existir. Sin embargo, muchas empresas están adoptando
la modalidad de contar con equipos o proyectos que puedan ser manejados de
manera remota, por lo cual aquí presentamos algunos factores a considerar para
tener éxito en la misma:
Establecer una metodología adecuada de
trabajo: la cual debe establecer los tiempos de entrega de acuerdo a los
requerimientos del cliente, fijando metas en distintos intervalos de tiempo (corto,
mediano y largo plazo) e indicado las pautas a seguir para cada tipo de
proyecto.
Contar con un sistema eficiente de
comunicación: el cual no se debe limitar únicamente a la plataforma
tecnológica (teléfonos, videoconferencias, correos electrónicos o software de
seguimiento). Es necesario establecer
protocolos que establezcan el uso de cada canal, los tiempos de respuestas
necesarios, el como canalizar cualquier evento que pueda retrasar el proyecto o
trabajo a entregar y cuando involucrar “proactivamente” a los superiores. Igualmente se deben pautar reuniones
presenciales con una determinada frecuencia.
Equilibrar flexibilidad y productividad:
Al brindar mayor flexibilidad en términos de horario y ubicación para ejecutar
alguna actividad específica conlleva a obtener un mayor nivel de productividad,
ya que el trabajo se puede realizar en cualquier momento y sitio. Cada día son más las personas que buscan este
tipo de actividad que le permitan contar y cumplir con un trabajo determinado y
tener control de su tiempo, el punto importante aquí es definir claramente los
objetivos que se deben cumplir.
Conformar un buen equipo de trabajo: Este es uno de los grandes retos a enfrentar,
debido a que existe el riesgo de tener poca implicación con los colegas de
trabajo, razón por la cual es importante establecer actividades regulares
adicionales a las reuniones laborales, que propicien el encuentro e interacción
entre los miembros del equipo y este se fortalezca.
RDS
@rduartesandoval
RDS
@rduartesandoval
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