Cuando
se habla de Asesoramiento Financiero y la función que cumple la institución o
persona que la ejerce, se asocia con un gasto que sólo algunas personas se
pueden dar el lujo de costearlo o en otras ocasiones se piensa que es un gasto
adicional que pudiera evitarse. En ambos
casos se puede estar cometiendo un error si se piensa de esta manera, ya que
lejos de ser un gasto es parte de la inversión.
Toda
persona que busca realizar una inversión, independientemente del tipo que sea,
tiene un gran reto por delante, que es lograr obtener una buena rentabilidad. La pregunta que nos debemos hacer es ¿Cuánto
es una buena rentabilidad?
La
respuesta dependerá del perfil de inversionista. Para algunas personas puede ser un 10%, otras
un 20%, algunos como mínimo aspiran la tasa de inflación y en otros casos se
sacrifica rentabilidad por seguridad.
El
escenario ideal es conseguir un equilibrio entre Rentabilidad, Riesgo y
Liquidez, es decir, ganar mucho dinero, con poco riesgo y tenerlo disponible en
el momento en que se necesite. Sin
embargo, esto no es tan fácil como se cree.
El
asesoramiento financiero es una actividad que
se lleva a cabo desde hace muchos
años, de hecho se dice que esta surgió a raíz de la gran depresión que sucedió
en Estados Unidos en 1929 y que conllevó a una época muy difícil para la
economía durante los años 30.
Hoy
en día, la necesidad de contar con un asesoramiento financiero se hace
indispensable por una serie de características existentes en el mercado, tales
como el mayor nivel de especialización de instrumentos financieros, la cantidad
de participantes en el mercado, quienes ofrecen su servicios y productos con
publicidades atractivas, la creciente necesidad de obtener una mayor
rentabilidad por el entorno económico e inflacionario que se vive, la
globalización de los mercados, entre otros factores.
Por
lo tanto, el asesoramiento financiero debe cubrir con una serie de expectativas
y satisfacer las necesidades de los clientes que buscan este servicio, tales
como:
- Identificación del perfil del inversionista,
- Apoyo en la estructuración de un plan de crecimiento patrimonial,
- Gestión integral de los instrumentos en los cuales pueda invertir la persona/familia,
- Conocimiento del entorno económico, fiscal, legal (pueden contar con un staff de apoyo),
- Imparcialidad en el análisis y presentación de alternativas de inversión,
- Alto nivel de profesionalismo, ética y moral (indispensables en este negocio),
- Manejo confidencial de la información del cliente,
- Disponibilidad,
- Obtener buenos resultados financieros.
La
función del asesoramiento financiero es establecer una adecuada relación con el
cliente, analizar su situación, desarrollar un plan financiero, ponerlo en
marcha y hacerle seguimiento.
Esta
actividad es como la de un entrenador deportivo, este sugiere un plan de
alimentación balanceada, una rutina de ejercicios y se compromete contigo en
lograr tu meta. A la final la persona
que es entrenada es la responsable de los resultados obtenidos con el
entrenamiento, si sigue el plan con disciplina y si se siente cómodo con el
mismo obtendrá excelentes resultados.
RDS
@rduartesandoval
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