octubre 25, 2012

El Equilibrio en la Inversión


Hay un dicho que expresa que “todo en exceso hace daño”, el cual es aplicado a todo y las finanzas personales no están ajenas a esto, todo lo contrario, si se excede en algún manejo las consecuencias pueden ser muy graves.

La idea de todo inversionista es, obtener la mayor rentabilidad por el dinero invertido en un tiempo determinado, mientras más se gane mejor y si el tiempo de espera se reduce, es más gratificante, porque en términos porcentuales la ganancia será mayor.

Son diversas las alternativas que hay en el mercado al momento de realizar una inversión, todo dependerá del perfil del inversionista.

El que es propenso al riesgo, probablemente tendrá mayor orientación a invertir en el mercado accionario en títulos con mayor volatilidad.  Si es una persona adversa al riesgo, enfocará sus inversiones en bonos con una buen cupón, que probablemente generará menor ganancia pero tendrá mayor tranquilidad.

Cualquiera que sea su caso, la estrategia que emplee será la correcta, lo importante es que la seleccionada le permita alcanzar sus objetivos financieros.

Un aspecto importante en la estrategia de inversión que ejecute, es el equilibrio.  Es decir, establecer un plan de acción, ejecutarlo con disciplina, hacer seguimiento y revisar con una cierta frecuencia que esté en el punto que requiere para lograr sus metas.

El equilibrio en las inversiones lo podemos describir como, aquel balance necesario que debe tener entre sus activos para evitar que las fluctuaciones del mercado puedan afectar su patrimonio.  En otras palabras, buscar el punto adecuado entre riesgo y rendimiento de acuerdo al perfil de cada persona.

Normalmente se hacen distribuciones entre acciones y bonos, para conformar un portafolio y el porcentaje de asignación de recursos dependerá del objetivo planteado.

Hay un rango muy común, que va entre un 25% y un 75% del total de los recursos para invertirlos en un determinado sector, si son acciones estaríamos hablando de una estrategia agresiva.  El caso contrario es asignar dentro de este mismo rango porcentual la inversión en bonos, lo que puede considerarse como una estrategia conservadora.  Ambas estrategias son válidas.

Sin embargo hay otra alternativa, muy tradicional y utilizada al principio, que busca disminuir el riesgo de cualquiera de los dos sectores (acciones y bonos) y obtener un buen resultado, que sería asignar un 50% en cada sector, la cual se puede considerar como una estrategia moderada.

Independientemente del grado de diversificación que se pueda tener en cualquiera de los dos sectores, distribuir los recursos en partes iguales, puede ser lo más sensato al principio.  De esta manera se puede tener más margen de maniobra en caso de que existan movimiento bruscos en el mercado y la afectación de las potenciales ganancias pudiera llegar a ser menor.

Esta estrategia puede sonar simple, fácil y hasta básica, pero en realidad requiere un alto nivel de disciplina, análisis y seguimiento, como en cualquier otra estrategia, ya que el nivel de riesgo es menor y por ende el rendimiento.

Ahora bien, ¿Por qué hacerlo de este modo?, porque es importante buscar un equilibrio en las inversiones que se realice, hay que recordar que el mundo de las inversiones y sus resultados es como correr un maratón.  Exige estrategia, concentración, paciencia y saber tener un equilibrio entre las veces que se debe acelerar el paso (acciones) y cuando disminuirlo (bonos) para llegar a la meta (obtener un buen rendimiento con un riesgo determinado).

RDS
@rduartesandoval

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