Cada día son más las noticias que se tienen sobre casos de emprendimiento,
así como también las instituciones y demás equipos que se conforman
alrededor de los emprendedores, como los llamados ecosistemas de emprendimiento,
ángeles inversionistas, entre otros, que tienen como
objetivo ayudarlos a llevar las ideas de negocio a una realidad exitosa.
La generación de nuevos negocios es una
habilidad que tienen muchas personas, pero la puesta en práctica es otra cosa.
El proceso de emprender empieza con la idea que se lo
ocurre a el emprendedor, bien sea por una oportunidad que identifica en el
mercado, un invento o la innovación de prestar un servicio o
producto existente.
Luego comienza a realizarse el denominado plan de negocios,
el cual debe abarcar todas las áreas necesarias para
estructurar bien el proyecto, conocer las necesidades de
inversión, el potencial del negocio y en algunos casos, presentarlo
a posibles inversionistas o buscar la ayuda requerida para poner en marcha el
mismo.
Este proceso suena sencillo y rápido, sin embargo lleva su tiempo realizar todos los
estudios, gestiones, presentaciones y acciones para ejecutar el proyecto.
Ahora bien, no todas las ideas de negocio son llevadas a
cabo de manera exitosa por el emprendedor, es decir no todas se
cristalizan. Esta situación no sucede necesariamente por falta de recursos o porque
la idea sea mala, en muchos casos se da porque el creador de la idea no tiene
la capacidad de ponerla en marcha, bien
sea por falta de habilidades o de tiempo y todo negocio requiere dedicación.
Hay muchos emprendedores que comienzan una idea y luego se
les presenta otra, en ese momento empiezan a trabajar en la nueva idea y no
concretan la anterior, lo que puede convertirse en un circulo vicioso y correr
con el riesgo de llegar a frustrar el ánimo de emprender.
Para evitar esto, lo recomendable es rodearse de un equipo
que le permita poner en práctica las ideas, que las
gestionen de manera eficiente, delegar aquellas actividades o funciones en las
cuales se reconozca que no hay la habilidad requerida para ejecutarlas, de esta
manera podrá continuar generando valor al
negocio y lo más importante, nuevas
ideas. En este sentido, lo que tiene que
asegurarse es establecer una estructura accionaria o esquema de negocio que le
permita recibir los beneficios justos por la creación de la idea.
Nos puede sorprender la cantidad de personas que generan
buenas ideas, pero que carecen de las habilidades gerenciales necesarias para
el manejo y sostenibilidad de las mismas.
RDS
@rduartesandoval
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