La toma de decisiones es una de las actividades más
importante que hay, debido a que en eso se basa todo lo que hacemos, tanto en
la vida personal, como en la profesional y en los negocios.
Cuando se decide a emprender un proyecto se está ejecutando
la primera decisión, la cual por muy sencilla que sea, tiene consigo una serie
de factores que estimularon esa decisión y por supuesto las consecuencias que
se derivaran de las acciones ejecutadas.
Por lo tanto las decisiones de inversión son muy importantes,
sin desmeritar las demás decisiones que inciden en el negocio. En esta oportunidad enfocaré este tema desde
el punto de vista de emprendimiento.
Hay un dicho que dice “ El dinero es el rey”, razón por la
cual es de suma importancia cuidarlo, saberlo invertir y mantener los adecuados
niveles de liquidez que permitan enfrentar cualquier situación.
Cuando se está por iniciar un proyecto, surge la duda de
cual proyecto iniciar. Si la empresa está en marcha y cuenta con suficientes
niveles de liquidez, puede iniciarse el proceso de expansión que plantea nuevas
inversiones en el corp business o en
nuevos negocios, para lo cual es necesario hacer las respectivas evaluaciones.
Muchas veces se hacen evaluaciones por corazonadas, por conocimiento
previo del negocio que permite tener una mayor claridad o sencillamente uno se
aventura e invierte y se va viendo como sale todo.
Para evitar sorpresas, se cuenta con algunas herramientas
financieras que permiten hacer una evaluación previa de cualquier proyecto o
negocio, que al utilizarlas de la manera correcta, nos dan un excelente
indicativo, si el mismo se debe aceptar o rechazar y así evitar perder dinero.
La idea es estimar el valor del negocio, más allá del
beneficio contable que este pueda dar y dicha evaluación es mejor hacerla a
través del valor del dinero en el tiempo y los flujos de caja que pueda dar el
proyecto.
Para ello existen tres indicadores de vital importancia y
amplio uso, que son:
La Tasa Interna de
Retorno (TIR): Es la tasa de rentabilidad esperada (de manera efectiva) que
dará un proyecto, la cual se calcula sobre los flujos de caja futuro. El resultado que se obtenga, indicará que
será el beneficio que obtendrá el inversionista mientras los recursos colocados
permanezcan invertidos en el proyecto.
El Valor Actual Neto
(VAN): Este indicador permite calcular el valor de la inversión en el
momento inicial, de todos los flujos de caja que percibirá el proyecto en el
tiempo analizado, descontándolo a una tasa de rentabilidad determinada que
indicará si el proyecto es bueno (si da positivo) o malo (si da negativo).
Plazo de Recuperación
de Inversión (PRI): Este indicador
establece el tiempo en el cual se recuperará la inversión, el plazo va a
depender de la naturaleza de cada negocio, las necesidades de capital y el
rendimiento esperado.
Es importante conocer cada una de estas herramientas para
tenerlas presente al momento de evaluar una inversión y sacar el mejor provecho
de las inversiones. Para ello puede
contar con el apoyo de personas especializadas en la elaboración de los
indicadores.
En próximos artículos profundizaré sobre cada uno de los mismos.
RDS
@rduartesandoval
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